miércoles, 12 de agosto de 2015

El planteamiento de la reducción del IGV para los pagos con tarjetas de crédito y débito. ¿Una solución a la informalidad económica en el país?

En una reciente nota de prensa, la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc) informó que se planteará la reducción de dos puntos porcentuales del IGV en los pagos de cualquier compra de producto o servicio que se realice con las tarjetas de crédito y débito, con el objetivo de contribuir con la formalización de la economía.
Esta propuesta, que actualmente se viene trabajando a nivel de la Comisión Nacional de Inclusión Financiera, buscaría replicar experiencias favorables ocurridas en otros países latinoamericanos donde, tras aplicar esta medida, las compras realizadas con las tarjetas se elevaron anualmente entre 10% y 20% .
Como se ha indicado, el objetivo principal de esta medida estaría orientado a contribuir a mejorar los niveles de formalización de la economía nacional, siguiendo una lógica muy simple: si un mayor número de operaciones quedan registradas en el sistema, los niveles de formalización económica en el país deberían aumentar naturalmente.
Sin embargo, no perdamos de vista que los efectos de este tipo de medidas son muy limitadas si se busca superar realmente los bajísimos niveles de formalización de la economía peruana. Suena paradójico que se haya tenido que esperar que este tipo de medidas produzcan un buen resultado en otros países de la región, como es el caso de Argentina y Uruguay donde, por cierto, los niveles de informalidad económica son mucho menores que en el caso peruano, para recién reaccionar y proponer alguna medida similar para el caso nacional.
Sin restar méritos al impulso de este tipo de iniciativas privadas, no debe olvidarse que uno de los grandes problemas de la economía peruana es que no logra generar los mecanismos inclusivos para que cada vez más personas se sientan atraídas para participar de las ventajas de los circuitos económicos formales. Por eso es que a pesar de los altos niveles de crecimiento económico que se experimentaron en los años anteriores, los resultados en general siguen siendo adversos al momento de comprobar cuántos peruanos realmente han salido del histórico túnel de la informalidad económica.
Así, no olvidemos que actualmente casi el 70% del mercado laboral nacional continúa desenvolviéndose en la informalidad, mientras que los cálculos más optimistas estiman que alrededor del 35% del PBI nacional todavía está en manos de la economía informal. Es decir, a pesar del crecimiento económico por encima del 5% de los últimos años, el sector informal también ha mantenido paralelamente sus lamentables niveles de crecimiento, postrando a millones de personas en las garras del más terrible subdesarrollo económico. En pocas palabras, esto significa que los porcentajes de la informalidad en el país no solamente se han mantenido sino que, incluso en algunos casos, se han incrementado considerablemente, negando a un altísimo porcentaje de la población a la posibilidad de acceder a los beneficios de cualquier tipo de tarjeta de crédito o débito
Frente a ello hagamos el esfuerzo por analizar el asunto en perspectiva. Tengamos en claro que medidas como las propuestas por Asbanc sólo implicarán pequeños esfuerzos impulsados desde el sector privado para afrontar un grave problema estructural frente al cual, lamentablemente, el Estado peruano hasta el momento no logra articular políticas claras de mediano y largo plazo.
 
Fuente: Rumbo Empresarial GRUPO NELVA DESIGN
Una reciente propuesta de la Asociación de Bancos del Perú buscaría que se reduzca en 2% el IGV para las transacciones que se realicen con tarjetas de crédito y débito. Foto: Diario Gestión de Lima
 

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