La Sociedad de
Comercio Exterior del Perú – ComexPerú se mostró en contra de las propuestas de
candidatos electorales que buscan la reducción de impuestos, pues afirma que estas medidas
impositivas podrían derivar en el deterioro de las cuentas fiscales y no
tendrían mayor impacto en la informalidad laboral ni en el consumo familiar.
¿Qué dicen los candidatos presidenciales?
Según recuerda el Diario Gestión, varios candidatos parecen estar de acuerdo en
que reducir el impuesto a la renta (IR) y el impuesto general a las ventas (IGV)
sería beneficioso para aumentar la formalidad laboral, ampliar la base tributaria
y reactivar la economía, a partir de un eventual impacto en el gasto privado.
¿Estas medidas ponen en riesgo la estabilidad fiscal de la economía peruana?
ComexPerú señala
que, en economía, la curva de Laffer
representa la relación existente entre los ingresos fiscales y la tasa
impositiva. Así, esa curva muestra que, cuando la tasa impositiva es demasiado
alta, una reducción de ésta aumentaría los ingresos recaudados por el Gobierno,
ya que incentivaría el trabajo y disminuiría la evasión fiscal.
“No obstante, una
política de reducción de impuestos podría no disminuir significativamente la
informalidad laboral ni aumentar el gasto de las familias y, por el contrario,
derivar en un deterioro de las cuentas fiscales”, indica.
Para Comex, según recuerda el Diario Gestión, el
escenario del 2015, año en el cual el Impuesto a la Renta se redujo del 30% al 28%, ejemplifica
esta lógica. Según cifras de
la Sunat, en 2015 el número de contribuyentes aumentó un 7.8%, cifra mayor al
incremento registrado en 2014 (+6.9%), pero menor que el de 2013 (+7.9%) y 2012
(+9.7%).
¿Es posible hablar de aumento o disminución de impuestos pensando solo en la reducida población que representa el 30% de la economía nacional?
Sin embargo, llama poderosamente la atención que tanto ComexPerú como los candidatos presidenciales sigan enfrascados en la inútil discusión relativa a si se debe aumentar o disminuir los impuestos, mientras que el asunto principal parece tener escasa importancia: ¿cómo resolver el nefasto problema nacional donde más del 70% de la economía nacional continúa sumergida en la informalidad más absoluta?
Como ya se ha reiterado en ocasiones anteriores, seguir sosteniendo que la reducida población que se encuentra dentro del 30% de la economía nacional continúe subvencionando al resto de la economía nacional que vive de espaldas al elemental compromiso tributario de financiar equitativamente los gastos que el funcionamiento del Estado demanda, es un acto no solo arbitrario sino profundamente inmoral perpetrado a diario desde las instancias gubernamentales peruanas en contra del reducido número de contribuyentes formales.
Por ello, instituciones como ComexPerú deberían tener la suficiente amplitud de criterios para pedir que se aborde directamente el tema de fondo, y se exija de una vez por todas el diseño de verdaderas Políticas de Estado que busquen fijar metas concretas de mediano y largo plazo para reducir las escalofriantes tasas de informalidad económica.
Mientras ello no ocurra y los gremios privados solo sigan limitados al elemental argumento que no es posible reducir los impuestos sin afectar la estabilidad fiscal, estaremos enfrascados en repetir textos básicos economía que no van a solucionar el asunto de fondo. Hay que llamar la atención sobre la urgente necesidad de superar el nefasto espectáculo donde unos pocos contribuyentes soportan el peso del total de los gastos que el Estado peruano demanda. En la medida que se corrija esta histórica injusticia nacional, sí será posible pensar en una estabilidad fiscal que involucre al grueso de la economía del país.
El sector económico formal peruano abarca escasamente el 30% de la economía total del país. Sobre sus espaldas pende la injusta obligación de financiar los gastos completos que el funcionamiento del Estado Peruano requiere. Foto: Diario Gestión |
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