Según la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) Perú es uno de los ocho países con la mayor carga burocrática del mundo, la
cual es identificada por los empresarios peruanos como el principal obstáculo
para hacer empresa. Esto se puede apreciar revisando los estudios publicados recientemente por World Economic Found (WEF) y el Banco
Mundial.
Según una nota
que publica el Diario Gestión, la SNI subraya que esta desventaja impone un
lastre para la competitividad del país y, a su vez, un reto para la
administración gubernamental.
Perú entre los países con las regulaciones gubernamentales más absurdas del mundo
De acuerdo con la nota del Diario Gestión, Perú registra
un 30% más de carga burocrática que el promedio de los países de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); y tiene la
menor calidad regulatoria entre todos los miembros del TPP y de la Alianza del
Pacífico; y entre todos los países asiáticos y europeos con los cuales se tiene
un acuerdo comercial (con la excepción de Croacia e Italia).
Además se indica que
el Perú es el país de la Alianza del Pacífico en el cual se requiere más tiempo
para culminar un proceso de apertura de negocio, edificación de planta, pago de
impuestos y operaciones de exportación e importación, con 263 días en total,
41% más tiempo que el promedio de la OCDE.
Aún más rezagados aparecen Ecuador (134), Argentina (135),
Serbia (136), Croacia (137), Italia (138), Brasil (139) y Venezuela (140).
Las razones de la
pesada carga burocrática en Perú
El gremio
empresarial sostuvo que la carga burocrática en el Perú se explica
principalmente por dos razones, de las cuales la primera es la existencia de
normativas ilegales y/o irracionales que carecen de análisis económico-legales
serios como sustento previo.
La segunda razón
es la ineficiente gestión pública en la atención de trámites que resalta por su
discrecionalidad e incumplimientos de plazos legales en los procedimientos que
evalúa, en especial en los gobiernos locales, por su baja calidad institucional
media.
“Si bien se han
dado recientes normas para mejorar la simplificación administrativa, el margen
de mejora pendiente es amplio pues aún se requiere la implementación efectiva
de estas normas y, más importante, introducir de forma concreta reformas que
significativa y directamente enfrenten la tramitomanía existente”, subrayó la SNI.
Según el SNI, al interior de los bloques del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y la Alianza del Pacífico, el Perú es el más afectado por la tramitomanía que genera la excesiva burocracia.
Plazos burocráticos que lindan con la inmoralidad: crónica de una masiva informalidad anunciada
Revisando estos datos, se pueden encontrar plazos verdaderamente inmorales que explicarían, entre otras razones, por qué el 70% de la economía peruana se encuentra sumida en la informalidad. Y es que el cumplimiento de estos plazos se ha convertido en un tarea titánica que pareciera haber sido diseñada a propósito para que solo un reducido grupo de personas puedan culminarlos.
Así, por ejemplo, el plazo para abrir una empresa es de 26 días, lo cual es más del triple de lo que ocurre en promedio en los países de la OCDE. Para obtener una licencia de edificación se precisa nada menos que 174 días, lo que representa más del doble de lo que ocurre en otros países latinoamericanos como Colombia o México.
Por ello, no es de extrañar que según el ranking WEF 2015, Perú ocupe el puesto 133 de entre 140 países que poseen las cargas más pesadas de regulación gubernamental en el mundo.
Los trámites burocráticos peruanos se encuentran en la triste lista de pertenecer a los 8 más complicados del mundo. Foto: Diario Gestión |
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