De acuerdo a una
información que publica el Diario El Comercio, aunque la situación actual de la
desnutrición crónica infantil (DCI) en
el país ha mejorado, sigue siendo un gran problema que impacta no solo al
sector salud, sino también al desarrollo de la economía peruana.
Así lo reveló el
colectivo Iniciativa contra
la Desnutrición Infantil (IDI) durante un conversatorio
donde estuvieron presentes los representantes de las 19 organizaciones miembros
de la IDI, entre las que se encuentran Unicef, Prisma, Cáritas del Perú,
entre otros. Según la IDI, la desnutrición le cuesta al Perú S/11 mil
millones, que equivale al 2.2% del Producto
Bruto Interno (PBI). Estos costos se relacionan directamente con la
pérdida de productividad.
El problema es más agudo en las zonas rurales
Según la información publicada por el Diario El Comercio, el problema,
además, aqueja mayormente a los pobladores de zonas rurales (27.7%) y
de mayor pobreza (31.6%), que son quienes viven en situaciones más precarias.
La IDI sostiene que 16 regiones están por encima de las políticas
sanitarias del país, siendo las más afectadas Huancavelica (34%), Huánuco (24.2%)
y Ucayali (24%).
¿Cómo reducir las brechas que originan esta
situación?
En este sentido,
Milo Stanojevich, Coordinador de la IDI y director nacional de CARE, afirma
que reducir las brechas para mejorar la situación requiere del
estado inversiones de S/500 millones para el financiamiento de
suplementos, micronutrientes, atención prenatal y parto; y de S/6.7 mil
millones anuales para permitir el acceso a servicios de agua y saneamiento en
los lugares más necesitados.
Por su
parte, Alex Rivera Cadillo, Jefe de Proyecto de la IDI, mencionó que
se deben priorizar la mejora en agua y saneamiento, que según dijo
tendrían doble impacto: contrarrestar las enfermedades diarréicas para
reducir la desnutrición y generar movimiento económico gracias a la
mano de obra que se necesitará para implementar las infraestructuras.
Desnutrición y economía
El capital
humano es clave para que la productividad de un país se mantenga estable.
Esta es un área vital para que un gobierno logre sostener
su crecimiento económico y no decaiga en el camino.
No obstante,
cuando este capital ha pasado por desnutrición infantil temprana (entre
los 6 a 36 meses de edad), los efectos de esto en su desarrollo pueden
tener repercusiones por el resto de su vida que influencian tanto su desempeño
como su labor diaria. Según Rivera, por
cada dólar que el estado invierte en la nutrición infantil, se tiene una
tasa de retorno que fluctúa entre US$9 a US$40; y esos retornos se ven en
el tema de productividad. "Las pérdidas
económicas por la desnutrición representan un forado importante para el
gobierno que puede haberlo utilizado para mejorar educación o cobertura de
distintos servicios básicos como agua y saneamiento, en lugar de destinarlo a
situaciones que pudo haber prevenido" señaló.
Un aspecto
importante que Rivera destacó también fue el de fomentar el desarrollo en
medidas de agua y saneamiento mediante Obras por Impuestos (OxI),
donde juega un rol importante la inversión privada.
Para lograr esto,
dijo que ProInversión tiene que destrabar todos
los procedimientos, facilitar los procesos y buscar
estímulos para que esa inversión pueda ser utilizada en agua y
saneamiento, que según menciona, es lo más urgente en la actualidad.
"La
desnutrición en nuestro país ya tocó techo y no se puede seguir
reduciendo porque se enfrenta a la falta del agua y saneamiento. Desde el punto
de vista económico, incentivar la inversión en este sector representa una
oportunidad para generar movimiento en esas zonas" destacó.
Fuente: Diario El Comercio / Rumbo Empresarial GRUPO NELVA DESIGN
Personajes de la televisión se han unido para apoyar la campaña contra la desnutrición infantil en el Perú. Foto: Diario El Comercio |
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