lunes, 14 de abril de 2014

¿Discriminación o protección a las minorías? Cuando las mayorías también se equivocan

En un interesante artículo publicado por el reconocido investigador peruano Rolando Arellano en el Diario El Comercio de Lima, subraya que los grandes cambios de la historia han estado marcados por la protección de las minorías así como por la acción de líderes que se han opuesto a las ideas establecidas. Y muchas veces instituciones actualmente reconocidas como el referéndum no siempre han marcado la pauta de decisiones justas o adecuadas para promover esos cambios.
 
Y es que en más de 6,000 años de historia de la civilización humana, se ha observado de manera recurrente el establecimiento de distintos tipos o mecanismos de discriminación establecidos contra las minorías y los más débiles. Como bien lo anota Arellano, no debe olvidarse "que durante siglos parecía natural la existencia de nobles, que tenían el privilegio de mandar, y de plebeyos, que debían obedecer. También la idea de que algunas razas eran superiores a otras, y por tanto tenían el derecho de esclavizarlas o eliminarlas. Y el caso más evidente de discriminación ha sido sin duda el de la superioridad de los hombres frente a las mujeres".
 
Lo serio de esta situación es que la existencia de estos tipos de discriminación se consideraban y se justificaban socialmente como algo natural y que por lo tanto las leyes debían perpetuar esa situación. No debe extrañar que en esos casos la mayoría que tenía el poder no creía que estaba en falta y que abusaba de su posición privilegiada. Lo más común era que esa mayoría "creía que tenía la razón".
 
Y para ello se creaban argumentos que hoy resultan francamente risibles. “Los nobles han recibido la orden de Dios para guiar y mantener al pueblo, que no sabe lo que le conviene”. “Hay evidencia científica de que los arios son más inteligentes que otras razas”. “¿No dice la Biblia que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, y a la mujer, para acompañarlo?”. Obviamente que tras siglos de repetir e imponer ideas tan absurdas como esas en los sistemas de educación disponibles o en los credos religiosos, la mayoría sentía que eran asuntos que correspondían "al orden natural de las cosas". 
 
Para graficar sus puntos de vista, señala Arellano un par de casos que hablan más que mil palabras. "Si Bolívar o San Martín no se hubieran arriesgado a la excomunión que les prometía la Iglesia por oponerse al sacrosanto derecho del rey de España, hoy seguiríamos siendo colonia. Y sin luchadores como Martin Luther King, que se enfrentó a la mayoría blanca, hoy no habría un presidente negro en Estados Unidos".
 
A propósito del actual debate en el país sobre los derechos civiles de personas del mismo sexo, estas reflexiones de Arellano pueden resultar muy pertinentes. Las tendencias actuales de la humanidad seguramente conducirán en unos años más a superar expresiones tales como “la homosexualidad es antinatural”, que fue creada precisamente para discriminar a las minorías homosexuales. Repetida por varias generaciones durante siglos, frases como ésta parecen constituir un claro ejemplo de esa tendencia histórica que lleva a las mayorías a actuar convencidas que, perpetuando la discriminación contra determinadas minorías, están "respetando el derecho natural de las cosas".
 
 
Fuente: Diario El Comercio / Servicios de Difusión y Prensa GRUPO NELVA DESIGN
 
Recreación del "referéndum" donde la mayoría, creyendo que tenía la razón, se inclinó por darle la libertad a Barrabás
 

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