Según el informe de Latinobarómetro difundido esta semana en Santiago de Chile, América Latina vive el momento del mayor nivel de satisfacción de vida desde 1995. Sin embargo, los altos índices de desigualdad y la persistencia de la severa "brecha social" entre los sectores que más ingresos perciben frente a los sectores que menos acceso tienen a los beneficios del crecimiento económico de los últimos años, son asuntos delicados que no se han podido encarar de forma exitosa aún.
Según Martha Lagos, directora de Latinobarómetro, América Latina nunca había sido tan rica y próspera como en la actualidad. Sin embargo, “la precariedad, la pobreza, la desigualdad y la discriminación, siguen siendo el “Talón de Aquiles” de la región, que de alguna manera le impide pasar al siguiente escalón de desarrollo”.
Por ello, Lagos subraya que en las actuales circunstancias tenemos la paradójica situación de presenciar la existencia de “dos américas latinas, la que disfruta de los beneficios del crecimiento y la que mira cómo disfrutan los otros, por lo que veremos más protestas como manifestación de una ciudadanía consciente de las deficiencias del sistema económico, político y social”.
Con una población de alrededor de 600 millones de habitantes en toda la región, las estadísticas indican que cerca del 68% se ubica en la clase signada por la pobreza y, dentro de este sector, casi la mitad no tiene ingresos suficientes ni siquiera para comprar sus alimentos básicos. Frente a ello, la clase media ya alcanzó el 30% de la población total y los sectores con los mayores recursos no superan el 2% de la población latinoamericana.
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