En los
últimos años las preguntas sobre las reales perspectivas del continuado crecimiento de la economía china
cobran cada vez más importancia. Y no es para menos, toda vez que las proyecciones
sobre este país gigante en la próxima década lo sitúan como uno de los principales
bastiones que liderarán el avance económico internacional.
Sin
embargo, en los últimos meses se observa en diversos medios un cierto ambiente
de pesimismo respecto a la real capacidad de la China para sostener su
crecimiento en los niveles que actualmente observamos. El propio Paul Krugman,
Nobel de Economía que estuvo de visita en Lima en días pasados, subrayó igualmente
esta preocupación y lanzó la advertencia sobre las dificultades que podría
atravesar la economía peruana en caso ocurriese una crisis en ese país asiático.
En un
interesante análisis que plantea Martín Wolf, periodista económico del
Financial Times y cuyas reflexiones fueron reproducidas también por el diario El Comercio de Lima este fin de semana, señala varios temas que ameritan ser estudiados con especial cuidado y detenimiento a fin de tener una idea más clara sobre la verdadera magnitud de este asunto.
En
primer lugar, se recuerda que China es un país de ingresos medianos altos, con
un producto bruto interno per cápita de US$6,700 dólares. En las actuales
circunstancias, este coloso asiático está intentando dar el salto final para
convertirse en una economía desarrollada, tarea que sin embargo es muy difícil
y con pocos casos exitosos conocidos en las últimas décadas en el contexto
internacional.
También
se menciona que el entorno internacional es menos favorable que la década
anterior, “en parte debido a que las economías de altos ingresos están
estructuralmente debilitadas y en parte debido a que la economía china se ha
vuelto mucho más grande en relación a todas las demás”.
Otro
factor es que la tasa de crecimiento potencial de la China se ha reducido al 7 u 8%, lo
cual sí implica un verdadero cambio con respecto a los altos niveles de
crecimiento de épocas anteriores. Asuntos como la disminución de la fuerza de
trabajo, el aumento de los riesgos financieros, las burbujas inmobiliarias y el
crecimiento de la banca paralela constituyen verdaderos riesgos y
preocupaciones sobre lo que ocurrirá en los siguientes años.
Frente a este cúmulo de
interrogantes, las autoridades chinas parecen interesadas en acometer la tarea
de brindar señales tranquilizadoras a la comunidad internacional. Yang Weimin,
un viceministro en el gobierno, planteó nuevas “directrices para la
profundización de la reforma integral” del país en un documento de referencia que
plantea definitivamente cambios importantes en los destinos económicos de la
China para los próximos años. Así, a
través de mecanismos concretos, se están proponiendo sustanciales reformas
institucionales y políticas, que incluyen nada menos que la transformación de un “gobierno
imperativo y administrativo” a un “gobierno por la ley”. Un hecho sin precedentes en la historia contemporánea de este gigante asiático.
Los acontecimientos de
los próximos años determinarán qué tan sólidos son estos argumentos así como la verdadera
profundidad de las reformas que puedan ponerse en marcha para asumir estos retos de gran trascendencia internacional, según detalla el interesante
análisis de Martín Wolf.
Fuente: Diario El Comercio / Servicios de Difusión y Prensa GRUPO NELVA DESIGN
Las interrogantes sobre la verdadera fortaleza del crecimiento de la China en los siguientes años es un asunto de interés mundial. Foto: Diario El Comercio de Lima / Reuters |
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